El Amazfit Bip 3 Pro no cambió mi vida pero...

¿Qué hace el Bip 3? Mide pulsaciones, calcula el oxígeno en sangre, cuenta pasos, calcula las calorías que has consumido y el tiempo que te has ejercitado, te recuerda que te muevas un poco cada hora, te envía notificaciones (Instagram, Twitter, correo)... y te da la hora, claro. Lo típico, vamos. Es mejor que mires las especificaciones del reloj en Amazon, no es mi intención enumerarlas una a una, y mucho menos analizarlas.

Amazfit Bip 3 Pro disponible en Amazon

El Bip 3 y el Bip 3 Pro son el mismo reloj, la diferencia radica en que el segundo incorpora GPS. No hacen gala de ninguna novedad revolucionaria, incluso muchos pensarán que su pantalla LCD es innecesaria (sí, estoy de acuerdo). Es un reloj inteligente muy sencillo y, sin ser yo un entendido (ni ganas de serlo), tal vez no tengas ningún motivo para renovar un modelo antiguo por éste.

Por precio y prestaciones, se lo recomiendo a quien sólo precise de los sensores y funciones básicas, o que como yo, tema darle un buen porrazo a su nuevo smartwatch. Paso horas trabajando y entrenando en el campo, un ambiente hostil lleno de tierra, piedras, viento y polveradas, herramientas cortantes... Si me pongo algo bonito en la muñeca, bonito y "caro", mañana amanecerá con varias marcas en la pantalla.

Me gustaría llevar el reloj sin preocuparme más de la cuenta. El día que se lleve un golpe me va a fastidiar mucho, pero podré asumirlo. Además, tampoco veía claro invertir más en algo que no sabía si me iba a gustar.

Mi día a día y resultados

Según Amazfit, la autonomía del Bip 3 es de unos 14 días con un uso moderado, que describen así:

Monitorización de pulsaciones siempre activada con una medición cada 10 minutos, monitorización de sueño activada; 150 mensajes push por día; 3 notificaciones de llamada por día; 100 elevaciones de muñeca para ver la hora; 5 mediciones de oxígeno en sangre por día; 5 minutos de uso con la pantalla brillante por día; 3 sesiones de ejercicio por semana.

Mi uso se aproxima más al intensivo. Según Amazfit:

Monitorización de pulsaciones siempre activada con medición minuto a minuto, 8 horas de monitorización con control de la respiración durante el sueño, monitorización del estrés activada; 150 mensajes push por día con iluminación de la pantalla; 3 notificaciones de llamada por día; 100 elevaciones de muñeca para ver la hora; 5 mediciones de oxígeno en sangre por día; 5 minutos de uso con la pantalla brillante por día; 3 sesiones de ejercicio por semana.

Hay que tener en cuenta que el control de estrés realiza una comprobación cada 5 minutos de tu pulso. Por otra parte, mantener la monitorización del sueño y de la respiración durante el sueño, significa que en cuanto te relajes, comenzará una comprobación constante, razón por la que estas funciones activadas aumentan el consumo de batería.

A ese gasto mientras duermo, debo sumar mis sesiones de ejercicio, aquí es donde mi consumo aumenta de verdad: de un modo u otro, hago ejercicio todos los días. Sí, todos. Unos levanto pesas; otros combino carreras muy cortas con cambios de ritmo, saltos y flexiones; otros activo el GPS y doy un paseo ligero de una o dos horas (a unas 100-120 pulsaciones) que me ayuda a estirar y recuperarme. Pero además, como mi trabajo es físico y hay momentos en los que mis pulsaciones suben, el reloj interpreta que me estoy ejercitando.

Cuando el reloj detecta que haces ejercicio, igual que al dormir, la comprobación del pulso se vuelve constante (mayor consumo de batería) hasta que te relajas. Así, haya entrenado de verdad o sólo se deba a picos de intensidad mientras trabajo, lo habitual en mi caso es sumar de 30 a 90 minutos de ejercicio todos los días, muy por encima de las tres sesiones semanales que Amazfit estima. Pero no es ningún problema, la autonomía del Amazfit Bip 3 Pro cumple con lo prometido: he rozado los 7 días completos de uso muy intenso. Y debido a la novedad de llevar en la muñeca uno de estos relojes por primera vez, la pantalla ha estado encendida mucho más tiempo de lo normal mientras toqueteaba, curioseaba y revisaba todo repetidas veces.

Creo honestamente que a lo largo de una semana (incluso dos, si te mueves un poco menos que yo), es improbable no encontrar unos minutos, ya sea desayunando o duchándote, para cargar un poco el reloj. Las pantallas de los Bip 3 y otros modelos recientes, consumen más de la cuenta sin aportar nada importante, pero tendría que ser muy desorganizado y olvidadizo para quedarme sin batería. No me preocupa nada.

Entre los datos que el reloj me da, para mí lo más importante es la hora. En serio, eso es lo primero. No tengo ganas de retirarme los guantes, sacudirme la tierra, abrir la cremallera, sacar el móvil, desbloquearlo manualmente (trabajo con mascarilla y el mío no tiene lector de huellas), llenarlo de polvo y vuelta al bolsillo donde las partículas le harán mil rayitas nuevas (sí, necesito un protector).

La luminosidad es decente para ver la hora a plena luz del día. Ahora bien, no existe modo de mantenerla siempre encendida, debes ser tú, mediante un movimiento de muñeca o pulsando el botón, quien encienda la pantalla. Y también debes seleccionar el brillo adecuado, no hay sensor para que se adapte al entorno. De todas formas, creo que si no estás todo el día pendiente del reloj, un brillo medio o alto permanente no supondrá un gran impacto en la batería.

Ah, un par de cosas más... Aviso para impacientes: el gesto de muñeca es funcional, pero se demora un segundo en iluminar la pantalla. Y otro detalle importante: la pantalla no se enciende al tocarla a menos que estés haciendo ejercicio. Supongo que con el circuito táctil desactivado completamente se consume menos, pero sería cómodo encenderla también con un leve toque. Lo he sugerido en el apartado de comentarios, no sé si harán caso. De todas formas, yo no uso el gesto de muñeca, pasaría el día entero encendiendo la pantalla por error mientras trabajo, prefiero el botón.

No he podido comparar el pulsómetro del Bip 3 con artilugios similares. Aun así, he tomado mediciones de forma rudimentaria, ya que por suerte para mí, aunque jamás lo dirías, sé contar y hasta multiplicar. No hay discrepancias mayores a 1 ó 2 latidos entre lo que yo contabilizo y la lectura proporcionada por el Bip. No delegaría el control de mi salud en un reloj de este tipo si padeciera alguna dolencia, no es un dispositivo médico, pero llevo semanas probándolo y es bastante fiable (si lo llevas bien puesto).

Aunque no necesitaba ningún incentivo para ser activo, me parece muy entretenido ver los gráficos y estadísticas cuando me ejercito. El Bip es un buen empujón para seguir por el buen camino y, sobre todo en mi caso muy particular, me está ayudando a no excederme, porque una de las curiosidades que he descubierto, es que no me relajo lo suficiente en momentos que invitan al sosiego, como comer. Hasta hace unos días, la tensión que ejercía en brazos, cuello y mandíbula, me convertían en una trituradora.

Y mis desplazamientos por casa, otro derroche de energía absurdo, porque me levanto y muevo a un ritmo que valdría como calentamiento. Lo estoy corrigiendo, gracias Amazfit. Ese exceso de energía debo quemarlo entrenando, no en el hogar.

El Amazfit Bip 3 Pro no cambió mi vida, pero desde que lo tengo soy más consciente de que lo estaba haciendo bastante bien y de varias cosas más con fácil solución. Me ha encantado, lo recomiendo. Si no éste, otro modelo, otra marca, la que tú prefieras, pero si te gusta llevar reloj, recomiendo un smartwatch.

Añadiré alguna cosa más en el futuro. Gracias por leer mi página personal, ¡que tengas un buen día!

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