La máquina de mi "retiro" (I)

Hola amigos, voy a intentar grabar bajito, sin levanta mucho la voz, porque tengo a la familia cerca, ellos entretenidos con sus cosas, y no es cuestión de convertir esto en una cueva gamer, que ya somos mayorcitos, no me apetece molestar. Está lloviendo por cierto, está una brisa fresca, se empieza a percibir ese petricor, olor a humedad, tierra mojada, quizá escuchéis las gotitas. 
 
Han pasado muchos años desde que subía vídeos enseñando hardware mientras compartía el tipo de detalles que no creo que cuente Wikipedia, porque incluso si tienes un pequeño lapsus y te confundes en una fecha, tu experiencia es irremplazable. Ningún artículo de ese engendro enciclopédico jamás podrá sustituir lo que muchos de nosotros llevamos dentro y, por cierto, es nuestra obligación contarlo. Así que móntate un blog, haz vídeos o deja escrita tu historia para el resto de la humanidad (o para que la IA se adueñe sin tu consentimiento).
 
Este vídeo se lo quiero dedicar a mi amigo Enuringo, cuyo canal de YouTube está cargado de partidas maravillosas y fue su vídeo sobre la Pc-Engine Mini, el auténtico motivo por el que yo volví a sentir pasión por esta consola y también fue él quien me devolvió las ganas de volver a hacer vídeos como éste. Su canal está en japonés, pero gracias a la traducción simultánea, podéis añadir subtítulos en varios idiomas. Y aunque la traducción no es 100% precisa, la mayor parte, la esencia, se entiende perfectamente. Por favor, si estás viendo, sigue su canal, hay mucho material retro del que tanto nos gusta.
 
Con este sistema me sucede algo muy bonito: no tengo vivencias por recuperar, sólo nuevas por crear. PC-Engine es un regreso al asombro de descubrir juegos nuevos cada pocas semanas, es lo bueno de no haber tenido una en los 90, para mí es como asistir al lanzamiento de una consola y acompañar su progresión mes a mes, más de 600 juegos entre tarjetitas y discos de los que conozco sólo una ínfima parte. Turbo Grafx (la versión occidental) no fue ni mucho menos una desconocido, estuvo presente en las revistas españolas, la prensa analizaba sus juegos y, si realmente querías una, nada te impedía comprarla, pero le faltó el respaldo de una distribución potente.
 
El estreno de Turbo Grafx en Europa ni siquiera lo consideraría un auténtico lanzamiento global europeo, ese término implicaría cierta planificación y, al menos en mi cabeza, una magnitud mayor. No vengo a esclarecer los motivos ni a dar ninguna lección (no sé suficiente sobre su historia), pero parece que Turbo Grafx se comercializó en Europa a través de pocas y pequeñas empresas que quisieron distribuirla aquí, de ahí que se vendiera únicamente en dos o tres tiendas de tres o cuatro países. Nos queda el consuelo de que al menos uno de ellos fue España, algo es algo.
 
Ésta que tengo aquí es una unidad del primer modelo, la versión blanca conectada a la interfaz (IFU) que la une al reproductor de discos compactos (CD-ROM2), de todo esto ya hablaré en futuros vídeos. Si no habéis tenido delante este conjunto, no os podéis hacer una idea de su diseño y el reducido tamaño de cada elemento, es un juguetito precioso convertible en maleta para protegerlo y trasladarlo. Yo la veo como un diseño salido de una película de ciencia ficción espacial de los 60, además este combo al completo es comparable en superficie a un Mega-CD 1 sin añadir encima el volumen extra de una Mega Drive, verdaderamente asombroso.
 
Por cosas de la vida, aunque mi toma de contacto mediante emulación sucedió hace ya muchos años, no pude tener nada de esto hasta fechas recientes. Medio en broma, medio en serio, la llamo la Super Nintendo de Hudson Soft y la considero la máquina de mi "retiro", no porque vaya a abandonar esta afición, sino porque no queda nada más para mí en el mercado de los videojuegos clásicos, nada que no haya experimentado ya y merezca mi valioso tiempo: creo sinceramente que PC-Engine quedará como la última consola que compre. Y no lo digo con pena, es una alegría terminar por todo lo alto con un sistema como éste.
 
PC-Engine me transmite lo mejor de mi época favorita (finales de los 80 y buena parte de los 90), una forma de jugar que tenía más sentido para mí que la actual con tanto lío online y descargas digitales ilusorias, pero desarrollar ese tema de lo digital, no sería apropiado aquí; y también os digo que juguéis a los que os dé la gana, no tenéis que hacerme caso. Los juegos antiguos me hacen sentir libre, me despiertan del letargo mental, me estimulan, pero no dominan mi vida, bastan 20-30 minutos para dejarte satisfecho o incluso finalizar muchos de ellos. Normalmente no exigen horas pegado a la pantalla y, si no sale bien, sigues con tus quehaceres, tu trabajo, tu familia, tus estudios, lo que sea que debas hacer. Ya lo volverás a intentar mañana, no hay ninguna prisa, disfruta de todo lo que te rodea. No convirtamos algo tan bonito en un hábito destructivo. Además, hay que jugar y compartir de forma sana y amable, sin crear tampoco necesidades en los demás, no hay una forma correcta de jugar, me gusta el hardware original y defiendo que quien lo tiene le dé uso y lo cuide, pero la forma correcta de jugar es jugar, donde sea, como sea. No necesitas comprar nada de lo que enseño para ser feliz.
 
A mí me tocó adentrarme en Turbo Grafx/PC-Engine recurriendo a nuestra salvadora emulación, esto siendo ya bien mayorcito. Y me encontré algo tan especial, tan hecho a mi medida, que me propuse comprar una algún día. La mayor parte de juegos que emulé eran tan directos como los mejores juegos de NES o Master System, una época especial para mí porque es la mía, mi época. Mi inicio es Spectrum, recuerdo a mi padre subiendo las escaleras de casa cargado con la caja, una forma de entretenimiento que cautivó a mi familia, tanto cambió nuestras vidas que al año siguiente también tuvimos una Master System. Emulando PC-Engine regresé a ese tipo de jugabilidad directa, al gozo absoluto de juegos jugados únicamente con dos botones de acción.
 
PC-Engine rezumaba esencia ochobitera fundamental con la que debemos reencontrarnos cada cierto tiempo, un gesto con el que sacudirnos el polvo y engrasar las articulaciones. Pero amigos, había algo más porque era mucho más que el prejuicio de sus 8bits. Si seleccionáis juegos al tuntún, podríais llegar a la conclusión de que esta consola de NEC y Hudson Soft es un sistema de 8 bits semejante a una NES potenciada, y eso no es precisamente negativo, pero si te adentras un poquito, sólo un poquito, comprobarás características asociadas a una generación posterior. Olvídate de sus 8 bits, hay que valorarla en su conjunto.
 
Gracias a un colorido excelente y viejas técnicas de toda la vida, como los efectos de rasterizado (por ese nombre los conocí yo, creo que hoy llamáis rasterizado a otras cosas) manipulando líneas horizontales de forma independiente a distintas velocidades, el software de PC-Engine hecho con cariño, llegaba a ser comparable con lo que se jugaba en otras plataformas más nuevas. Como ejemplo, aquí tenemos la suite 240p de Artemio Urbina con este scroll tan bonito de Green Hill. No hay múltiples planos, es sólo una capa dividida en varios bloques a distinta velocidad, haciendo que los elementos cercanos pasen más rápido que los lejanos. No es el parallax por hardware que llegó con Mega Drive, pero esta antigua técnica bien empleada producía escenas atractivas sin un gran impacto en el rendimiento. Y si algún programador quería ir más lejos, ahí entraba la genialidad de cada uno para exprimir mejor el hardware, exactamente como en el resto de consolas. Vale, no vais a ver Thunder Forve IV, pero no todos los juegos de Mega Drive son Thunder Forve IV.
 
-
 
PC-Engine nació como una NES de ensueño. A medida que iban pasando los años, en Hudson Soft consideraban haber tocado techo programando para la 8 bits de Nintendo, ésta empezaba a ser un lastre técnico que perjudicaba la progresión artística y jugable. Con imaginación se sortean multitud de escollos, pero Hudson se había estampado de bruces contra un muro, el hardware debía evolucionar para crear mejores títulos.
 
CPU y gráficos de PC-Engine son desarrollo interno de Hudson con la intención de mejorar las prestaciones de NES. No conozco los detalles exactos de esta historia, pero imagino que contemplaban la idea de potenciar los cartuchos, un chip de apoyo semejante a los mappers que ya añadían nuevas prestaciones en las PCB's de diversos títulos de NES. También llegué a leer hace años sobre la posibilidad de que Nintendo permitiera fabricar a Hudson una sucesora compatible con NES, pero como os vengo anunciando, no soy experto en PC-Engine para asegurar que esta información sea correcta. En cualquier caso, la cuestión es que Nintendo se encontraba muy cómoda con la industria a sus pies y sus contratos draconianos, no estaba interesada en mejorar absolutamente nada, mucho menos en lanzar nueva consola.
 
Finalmente, Hudson terminó haciendo equipo con NEC para producir esta sucesora espiritual de NES con un sistema gráfico que le daba mil vueltas, elevado número de sprites y sus laureados 482 colores simultáneos en pantalla, gracias a la versatilidad de 16 paletas con 16 colores cada una para los sprites, y otras 16 paletas de 16 colores cada una para el fondo. La CPU también juega un papel importante, muy evolucionada respecto a NES, incorporando mejoras, nuevas instrucciones y un subidón al cuádruple de megahertzios. Ya lo estáis viendo con las capturas que acompañan a esta introducción, si nos remontamos a los primeros días o no atinamos al elegir juego, podría verse como una NES mejorada, pero queda patente que no son parte de la misma generación. Y eso tampoco es menospreciar a NES, todas tienen su hueco en la historia y en nuestros corazones. Que me lo digan a mí, anoche estuve jugando a las conversiones caseras de NES para PC-Engine de Duck Tales, Contra y Megaman.
 
Eso es todo por hoy. Me gustaría echar un vistazo juego a juego por orden cronológico y publicar reseñas breves de los que más me gusten. Gracias por leer.