Sound of Freedom

Llevo siguiendo todo lo relacionado con Sound of Freedom desde hace varias semanas con un profundo malestar.

Cómo un mundo que protesta todos los días (ojo, siempre desde la comodidad, claro que sí) por la trata de personas, especialmente mujeres que son usadas, prostituidas y esclavizadas, atrocidad REAL que está sucediendo a nuestro alrededor, después es capaz de negar que algo así pueda suceder con menores, ¡que la película se base o no en hechos reales es lo que menos debería importarnos!

No puedo más con este asunto, y encima aparecen desde artículos a críticas de cine, que en lugar de hablar de la película, se centran en minimizar los datos sobre abuso INFANTIL, camuflándolo perversamente de prostitución voluntaria (¡pero si SON MENORES!) y repetir que todo es una fantasía de conspiranoicos y extrema derecha, ¡¿QUÉ MIERDA ESTÁIS DICIENDO?!

Existen hasta pedófilos, despojos humanos como Noah Berlatsky, periodista de Bloomberg, que no es que rebata información, es que directamente, ha pedido alguna vez en redes que no seamos tan duros con el colectivo. Te estarás preguntando a qué colectivo se refiere, ¿no? Pues mira tú qué divertido. Sí, se refiere al pobre colectivo oprimido de pedófilos.

Voy a respirar unos segundos para no entrar en amok.

Y la peor parte es la que te corresponde a ti, te culpo por imbécil. Me da igual que la película se llame Oppenheimer, Barbie o Sound of Freedom, sin enterarte de nada porque ni las has visto, vas repitiendo lo que dice tu tuitero o periodista favorito, sólo porque sientes afinidad política con sus ideas. Aquí no hay ideología posible, no puede haberla cuando se trata de niños. Si no los cuidas, eres mi enemigo.

Si piensas así, eres un p**o envase vacío. Es inconcebible que me acuses de pertenecer a una ideología política determinada sólo porque, como ciudadano que lucha por el bien, me preocupe por este tema y me interese la película.

No podía dormir tranquilo ni una noche más si no publicaba esto, sin gritarle al mundo quién soy. Me da igual que seas de derechas o de izquierdas, si defiendes tus ideas haciendo daño, jamás cuentes conmigo aunque en algún momento pudieras creer que estamos en el mismo bando.

Actualización: es una pena cómo se interpreta esto cuando lo único que pido es no banalizar algo así, pero la agenda política siempre pesa más que la vida y el amor. Yo no puedo más con personas así, las redes sociales sólo sirven para dar voz a personas incapaces, al final ahí sólo quedarán los locos. El resto estamos fuera, viviendo, entendiendo que la vida nos colocó desde el principio y por pura casualidad en lugares diferentes. Y en el fondo, tanto unos como otros (excepto los políticos chupando del bote y avivando conflictos para justificar que ellos son necesarios), buscamos exactamente lo mismo: vivir en paz, vivir dignamente. ¿Cómo vamos a avanzar si a mí me cuentan que tú eres el enemigo? ¿Cómo vamos a vanzar si a ti te cuentan que yo soy el enemigo? ¡Cómo vamos a avanzar si les creemos!