Titan Souls

You Only Get One fue el tema escogido para la vigésimo octava celebración de Ludum Dare, la Game Jam en la que fue concebido Titan Souls. Bajo esta máxima (You Only Get One) está construido y la cumple rigurosamente: una sola vida, un arma, un único proyectil y enemigos que mueren con un disparo certero en su punto débil.
El Shadow of The Colossus 2D
No todos los jugadores encontrarán razones de peso para adentrarse en este Boss Rush de dificultad elevada, por eso hay que aclarar muy bien qué es realmente Titan Souls. Está especialmente recomendado a quienes disfrutan luciéndose a los mandos, aquellos que se recrean en la búsqueda de la partida perfecta o intentándolo. Si te gustan los viejos arcade con jefes finales en los que te la juegas a una carta, aquí te espera un duelo titánico tras otro y el reto personal de lograrlo en el menor tiempo posible.
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Análisis de Titan Souls (PC – PS4 – PsVita)
Mi primera norma fue no ser polémico: si en algún momento el canal se centra en mí y no en los juegos, habré fracasado. No quiero subir un vídeo hecho en cinco minutos en plan videolog, pero hay un tema que me mosquea y no me apetece dejarlo correr.
Titan Souls es otra nueva víctima de esos gamers (como si nuestro idioma no facilitara término apropiado) que llaman mierda a todo lo que no comprenden. En serio, ¿qué les pasa con los juegos independientes? Los desarrollos independientes son grandes incomprendidos de los últimos años, muy maltratados por un sector amplio de jugadores que sólo ve con buenos ojos los proyectos más punteros a nivel tecnológico, un segmento donde, precisamente, por miedo al fracaso comercial, casi nadie financia ideas fuera de lo común, ideas que los estudios pequeños sí se atreven a explotar tanto en juegos comerciales como gratuitos, ¡internet está plagada de ellos!
La cantidad de apelativos cariñosos va en aumento, que si son unos vagos, cutres, rastreros… es absolutamente ridículo; simplemente no tienen dinero para hacer un Assassin’s Creed, un GTA, un Bloodborne, un Infamous, etc.

Se está faltando al respeto a equipos que a veces están formados por dos o tres personas, que además corren con todos los gastos hasta que alguien se fija en ellos, si es que eso llega a suceder. Si en lugar de juzgar negativamente su aparente simpleza e insultar a sus desarrolladores, se les diera una oportunidad a todos esos juegos con gráficos de Game Boy Color (soberana memez de algún graciosote), descubrirían conceptos únicos y divertidísimos. Los períodos de sequía mientras esperamos los bombazos de cada sistema, se hacen felizmente llevaderos con un ‘indie’ bajo el brazo.
Cuando veo a algunos usuarios de PS4 enfurecidos con la selección mensual de PlayStation Plus, me pregunto si nunca se han planteado que, tal vez, no deberían haber comprado una consola que todavía no ofrece suficientes juegos de su agrado. No puedes esperar que por 50 euros o menos al año, que es lo que cuesta el servicio PlayStation Plus, te cedan todos los pesos pesados de su diminuto catálogo actual.

De hecho, tenemos una suerte enorme de que existan estos juegos; se producen obras interesantísimas que nadie publicaría en versión física mediante la distribución tradicional y venta en tiendas. Un ejemplo es Titan Souls y su humilde origen, muy humilde origen. Éste se engendra en una Game Jam, una competición en la que todos los participantes deben ceñirse a una temática en común y disponen de 48 ó 72 horas, dependiendo de la modalidad, para planear, diseñar y crear un videojuego.
You Only Get One fue el tema escogido para la vigésimo octava celebración de Ludum Dare, la Game Jam de la que os hablo. Bajo esta máxima (You Only Get One) está construido y la cumple a rigurosamente: una sola vida, un arma, un único proyectil y enemigos que mueren con un disparo certero en su punto débil.
El reto de Titan Souls consiste en vencer a 19 titanes, ahí está su encanto y al mismo tiempo su talón de aquiles. Claro, la comparativa con Shadow of The Colossus es inevitable. El título de Fumito Ueda transmite una sensación de soledad increíble, de apáñatelas como puedas, además de una historia con las pistas justas para tener presencia pero dejar que los jugadores divaguen libremente entre ellos (reconoced que estas cosas os CHIFLAN).

En Titan Souls, el bello mapeado está completamente vacío, nada que hacer salvo ir al encuentro directo de los titanes repartidos por el mundo. Vale, como en Shadow of The Colossus, ¿no? Sí y no. La sensación es distinta, no transmite la emoción de una aventura épica, ni viaje emocional; vacío, sin más.
No todos los jugadores encontrarán razones de peso para adentrarse en este Boss Rush de dificultad elevada, por eso hay que aclarar muy bien qué es realmente Titan Souls. Pero aquí terminan las pegas, y su dificultad no es una de ellas, al contrario, es uno de sus puntos fuertes. Titan Souls está especialmente recomendado a quienes disfrutan luciéndose a los mandos, aquellos que se recrean en la búsqueda de la partida perfecta, o intentándolo.
Jugablemente es perfecto, si mueres es porque te lo mereces, no porque sea imposible, es un juego muy duro pero no injusto, es un desafío serio y gratificante. Mi primera partida la completé en 2 horas y 173 muertes, montones de ellas del tipo despertar a un titán y no esquivar su primer ataque. Todo se decide a una carta, quien golpea primero, gana. A mí me parece brutalmente justo, en la próxima partida intentaré reducir muertes y horas de juego a la mitad.

Como en los tiempos de NES y Master System, sólo se usan dos botones y ambos cumplen dos funciones según cómo los accionemos. El botón de disparo tensa el arco, cuanto más tiempo lo mantengamos pulsado, a mayor distancia saldrá despedida la flecha. Esa flecha hay que recuperarla después, pasando por encima o manteniendo pulsado el botón de disparo para atraerla hacia nosotros. Este movimiento de atracción recuerda mucho al de Illusion of Time, con el que podíamos atraer pociones y mover algunas estatuas, seguro que quienes jugaron a ese RPG de Enix también lo recuerdan. Pero cuidado, porque no podemos movernos mientras atraemos nuestra flecha.
El otro botón de acción sirve para rodar y correr. Rodar nos da un pequeño impulso que ayuda a esquivar ataques. Si no soltamos este botón de rodar, el personaje prosigue corriendo después de la voltereta.
Mi suerte es no tener que puntuar los juegos que analizo en el canal, en esta ocasión no sabría qué hacer. Titan Souls no es que sea un quiero y no puedo, es que es lo que es, y punto, no hay más, no quiere ser una aventura, no lo pretende, por mucho que nosotros sí y sus bonitos escenarios pidan a gritos hacer algo en ellos. Estamos ante un Boss rush enfocado al speedrun, a la superación personal, al récord imposible que ya anda por debajo de los 15 minutos. A un montón de gente no le va a gustar, es completamente normal, y a unos pocos, muy pocos, les va a entusiasmar.

A mí me ha gustado bastante, tirando a mucho. Y lo voy a intentar completar varias veces más, pero sé que en pocos días lo dejaré atrás. Le faltó algo en su ejecución para enamorarme de verdad.